Los Sustainable Aviation Fuels (SAF) son la primera alternativa real a los combustibles fósiles. Se basan en biomasa, como aceites y grasas de cocina usados. A lo largo de su ciclo de vida, los SAF reducen alrededor del 80 % de las emisiones de CO₂, en comparación con el queroseno convencional. Desde 2022, Austrian Airlines reposta sus aviones en el aeropuerto de Viena con los primeros Sustainable Aviation Fuels producidos regionalmente. Con el uso de SAF, las emisiones de CO₂ relacionadas con sus vuelos pueden reducirse hasta en un 80 %.

Lufthansa Group promueve proyectos de protección climática en todo el mundo en cooperación con proveedores como myclimate, Climate Partners, SQUAKE y climate Austria. Los proyectos de protección climática incluyen la restauración de turberas en Alemania, el uso de cocinas de bajo consumo en países africanos o soluciones técnicas, como el almacenamiento de CO₂ en hormigón o fertilizantes producidos pirolíticamente, el llamado biocarbón. Todos los proyectos aseguran que, a largo plazo, las emisiones de CO₂ se reduzcan o eliminen de la atmósfera. Los proyectos medioambientales fuera de Europa están certificados según los más altos estándares internacionales: Gold Standard o Plan Vivo. Además, los efectos y la calidad de los proyectos medioambientales locales europeos están garantizados por estándares nacionales, como MoorFutures o las directrices CH VER.

Con su aportación, no solo ayuda a proteger el clima, sino que también contribuye a una mayor biodiversidad y a mejorar las condiciones de vida de la población local.

Al combinar estas dos medidas, una parte de su contribución se destina a nuestros proyectos de protección climática, mientras que la otra se destina al uso de Sustainable Aviation Fuel (SAF) en nuestros aviones. Esta combinación eficiente le permite volar de forma más sostenible.