Preguntas frecuentes sobre el combustible sostenible de aviación (SAF)

SAF es el término genérico para todos los combustibles de aviación producidos sin el uso de materias primas fósiles, como el petróleo o el gas natural. Existen varios procesos de fabricación y se pueden utilizar diferentes materiales como portadores de energía. En la actualidad, la generación de SAF, que genera alrededor de un 80 % menos de CO2 que el combustible para aviones convencional, se lleva a cabo principalmente a partir de residuos biogénicos, como aceites de cocina usados. El SAF se mezcla con combustible fósil para aviones antes de transportarse al aeropuerto.

Infografía: Qué es el combustible sostenible de aviación (SAF)

El SAF juega un papel crucial para alcanzar el objetivo de una aviación neutra en carbono para 2050. Austrian Airlines y Lufthansa Group llevan muchos años involucrados en la investigación de SAF y están impulsando la introducción de la próxima generación de combustibles de aviación más sostenibles. Se está prestando especial atención a las innovadoras tecnologías Power-to-Liquid (PtL) y Sun-to-Liquid (StL), que utilizan electricidad generada de forma renovable o calor térmico solar como portadores de energía.

En la actualidad, el SAF que utiliza Lufthansa Group se produce mediante el proceso HEFA (Hydroprocessed Esters and Fatty Acids [ésteres y ácidos grasos hidroprocesados]) a partir de residuos biogénicos, como aceites de cocina usados. Lufthansa Group excluye el uso de materias primas a base de aceite de palma para la producción de SAF. El SAF utilizado cumple con los estándares de la Directiva de Energías Renovables II de la Unión Europea (RED II).

Lufthansa Group obtiene SAF de proveedores establecidos en Europa, como Neste y OMV. El Departamento de Combustible de Lufthansa Group compra SAF, los proveedores lo mezclan con combustible fósil para aviones y luego lo transportan a los aeropuertos centrales de Lufthansa Group, como los de Bruselas o Frankfurt, entre otros. De acuerdo con las especificaciones de combustible, actualmente la relación de mezcla máxima permitida de SAF con combustible para aviones convencional es del 50 %.

Tanto cuando se quema SAF como cuando se quema combustible fósil para aviones se producen cantidades idénticas de CO2. Sin embargo, el uso de SAF crea un ciclo de CO2: para la producción se utilizan residuos biogénicos (p. ej., aceite de cocina usado) que previamente han extraído CO2 de la atmósfera. De esta manera, el SAF genera alrededor de un 80% menos de emisiones de CO2 en comparación con los combustibles fósiles durante todo el ciclo de vida. Los procesos de producción y entrega aún generan alrededor del 20 % del CO2. Para neutralizar totalmente las emisiones de CO2 de un vuelo se debe añadir una proporción correspondientemente mayor de SAF a su operación.

Sí, los pasajeros de Lufthansa Group ya pueden compensar las emisiones de CO2 de sus vuelos mediante el uso de SAF. Esta opción se puede seleccionar directamente y pagarse al hacer la reserva del billete de avión.

Además de esto, los pasajeros también pueden elegir las “Green Fares”, que incluyen la neutralización de las emisiones de los vuelos: una reducción del 20 % mediante el uso de SAF y una compensación del 80 % restante a través de contribuciones a proyectos climáticos de alta calidad.

Calculamos el recargo que tendría que pagar para utilizar SAF en su vuelo en lugar de combustible fósil para aviones. Ejemplo:

En un vuelo de Bruselas a Copenhague se emiten aproximadamente 94 kg de CO2 por persona, dependiendo de la clase de reserva y del modelo de avión. Puede compensar esta cantidad apoyando proyectos climáticos o reducirla usando SAF. Al utilizar SAF, solo paga la diferencia entre el precio del queroseno convencional y el precio del SAF. Garantizamos que el SAF adquirido se pondrá en circulación en un plazo de seis meses.

No, no hay un repostaje directo de SAF en vuelos individuales. El Departamento de Combustible de Lufthansa Group compra SAF, los proveedores lo mezclan con combustible fósil para aviones y luego lo transportan para que se use en distintos aeropuertos, como el Frankfurt o el de Viena, donde se utiliza en un plazo de 6 meses tras la compra.

La disponibilidad global de SAF es muy baja. Actualmente, solo alrededor del 0,1 % del combustible que se necesita en todo el mundo es de origen no fósil. Esto no es suficiente para que se utilice en grandes cantidades en las operaciones aéreas.

El precio del SAF depende de la tecnología y de cómo progresen los precios del petróleo. Actualmente, el precio de mercado del SAF fabricado a partir de residuos biogénicos es de tres a cinco veces mayor que el del combustible fósil para aviones. El SAF de próxima generación es hasta diez veces más caro que el combustible fósil para aviones. Lufthansa Group está involucrado en numerosos proyectos para lograr que haya combustibles sostenibles de aviación disponibles en grandes cantidades lo antes posible. Cuanto más industrializada sea la producción, más bajarán los precios.

Los combustibles a base de electricidad, los llamados combustibles Power-to-Liquid (PtL) o “eFuels”, también se incluyen en la categoría de combustibles sostenibles de aviación. Esta próxima generación de SAF implica la creación de petróleo crudo sintético a partir de electricidad generada de forma renovable, agua y CO₂ (de la atmósfera), que luego puede procesarse en combustible para aviones. La producción industrial de combustibles de aviación PtL todavía están en desarrollo, pero se considera un paso importante para lograr vuelos neutros en carbono a largo plazo.

La tecnología Sun-to-Liquid (StL) implica la creación de un gas sintético a partir de las altas temperaturas generadas por el calor solar, el agua y el CO2 (de la atmósfera), a partir del cual se puede producir combustible líquido en un proceso industrial estandarizado. Un combustible StL como este cierra el ciclo de CO2 ya que, al arder, solo libera tanto CO2 como el que se utilizó previamente para su producción. Lufthansa Group está impulsando el desarrollo de estas tecnologías y está cooperando con Synhelion, pionero suizo del combustible solar.