Vuelo a Trieste (TRS)

Volar a Trieste: consejos e información para su viaje

Si viaja al norte de Italia no puede perderse el enclave único que es Trieste. A orillas del mar Adriático y justo en la frontera con Eslovenia, la capital de la región de Friuli-Venecia Julia es una ciudad sin igual, con muchísima vida y una evidente presencia italiana así como influencias austrohúngara y eslovena.

Trieste era uno de los principales puertos marítimos del Imperio austrohúngaro. Impresiónese con el espectacular Castillo de Miramare, erigido en un saliente al mar que con sus tonos blancos contrasta con el azul del Adriático. También da al mar la Plaza Unidad de Italia, con la impresionante fuente de los Cuatro Continentes.

Vuele a Trieste y pasee por el centro histórico. Disfrute de los restos romanos, los ejemplos de arquitectura centroeuropea y los toques eslavos que encontrará por la ciudad. Visite el antiguo teatro romano, el Canal Grande y la Sinagoga, la segunda más grande de Europa.

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Qué hacer tras su vuelo a Trieste

El aeropuerto de Trieste se encuentra a 33 kilómetros de la ciudad. La manera más rápida de llegar a la estación central es en tren, con un trayecto de media hora. Si quiere ir disfrutar de las vistas de camino al centro puede tomar el autobús; tardará unos 50 minutos. Como siempre, tiene también la opción de coger un taxi, que le conectará con su alojamiento en unos 25 minutos, dependiendo de lo lejos que se encuentre su hospedaje.

Una vez vuele a Trieste podrá pasear por el centro a pie. Para recorrer toda la ciudad podrá hacer uso de su red de autobuses urbanos, y desde luego no debe perderse el tranvía de Opicina, un vagón de madera que se convierte en funicular y le dará unas vistas impresionantes a la ciudad y al Adriático.

Datos imprescindibles para su vuelo a Trieste

• Gastronomía: Si la ciudad tiene tanta influencia centroeuropea, la cocina triestina no podía ser menos. Disfrute de la saciante sopa típica, la jota, hecha de judías y chucrut y acompañada de costillas de cerdo. Otros platos típicos son el gulasch o las cevapcici.
• Cafés históricos: De inspiración veneciana pero con un claro ambiente típico de los cafés de Viena, los locales de los cafés históricos son una parada ineludible cuando vuele a Trieste. Son conocidos por haber sido frecuentados por grandes escritores y por los variadísimos tipos de café entre los que podrá elegir.
• Vida nocturna: Algo que destaca de la noche triestina es que se desarrolla en la calle, incluso en invierno. Visite los locales que rodean la piazza di Cavana, y si busca algo más alternativo, puede acercarse a la piazzetta Barbacan, no le decepcionará.

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